Es bueno que sepas que si la malformación es mínima, tus posibilidades de tener un embarazo normal son idénticas a las de cualquier otra mujer. Todo dependerá del tipo y el grado de la mal formación. El número de embarazos anteriores también puede influir.

Desafortunadamente, algunas malformaciones sí aumentan la probabilidad de que tengas un borto involuntario al principio o al final del embarazo, mientras que otras aumentan la posibilidad de que tengas un parto prematuro.

Es posible de tiempo porque a tu bebé simplemente no le queda espacio para seguir creciendo. El estiramiento excesivo del útero también puede desencadenar el trabajo de parto.

Otro factor que puede hacer que el bebé nazca antes de tiempo está relacionado con el cérvix (cuello del útero). Puede que no sea lo suficientemente fuerte para mantener al bebé dentro de él y se abra demasiado pronto dejando que salga el bebé. Esto se llama cérvix débil y puede resultar en un aborto espontáneo al final del embarazo.

Tener un "cérvix incompetente" tiende a ser más problemático para las mujeres con una anomalía uterina que están esperando su primer bebé. Cuantos más embarazos exitosos tengas, menos te afectará este problema.

Si el útero tiene una forma inusual, a veces es más difícil que el bebé se ponga de cabeza, que es la posición ideal para nacer. Es posible que se acomode en posición de nalgas o en posición transversa.